Desorden informativo y resistencia a las vacunas en Colombia

En un artículo anterior hablamos sobre qué es el desorden informativo y cuáles son las diferentes formas en la que lo encontramos en internet y redes sociales. Especificamos cada uno de sus tipos según su falsedad e intención de perjudicar al encontrarse en contenidos de difusión. Así, podemos entender el desorden informativo desde la elaboración de contenidos problemáticos que circulan sin la intención implícita de causar daño o engañar (misinformación o información errónea); desde la difusión y producción de contenidos engañosos con la intensión de crear rumores, motivar falsas creencias, generar sentimientos de odio o rechazo colectivo (desinformación), y también desde la difusión de información que es verdadera que es compartida para causar daño (malinformación o información maliciosa).

Existen varios tipos de engaño que caracterizan el desorden informativo Por ejemplo, First Draft News, un proyecto para luchar contra la desinformación en línea, ha identificado la sátira o parodia, la conexión falsa, el contenido engañoso, el contexto falso, el contenido impostor, el contenido manipulado y el contenido fabricado, como los principales tipos de engaño utilizados en la mis y desinformación.

El desorden informativo es abundante en Twitter, ahora también llamado X, en donde la información es fácilmente replicable y manipulable apoyándose de herramientas de edición de texto o video o simplemente con imágenes que acompañan al contenido y les falta contexto para entender su fuente. Como parte de nuestra investigación sobre desorden informativo y vacunación contra COVID-19 en Bogotá, hemos identificado diferentes cuentas en redes sociales que difunden contenidos problemáticos y engañosos, promoviendo posturas escépticas e indecisas sobre las vacunas.

Una de estas cuentas es la de Familias por la Verdad.

Esta cuenta se define como un equipo multidisciplinario de activistas cristianos pro-vida y pro-familia que actúan en contra de la censura mediática relacionada con el plan de vacunación. Son críticos de que esta sea la única solución y creen que son la élite global, la OMS, la industria farmacéutica y los gobiernos quienes a través de la medida quieren establecer e imponer un Nuevo Orden Mundial.

Por lo anterior han habilitado diferentes canales de difusión en los que comparten videos, documentos y supuestas evidencias con un público de seguidores que comparten sus valores religiosos y orientación política. Entre ellos están, además de su cuenta de Twitter (X), su página web y canal de Telegram. En las publicaciones y videos aparecen con gran protagonismo Marco Fidel Ramírez, exconcejal de Bogotá y líder jefe de Libertad Religiosa y de Cultos en Colombia, y Esteban Ramírez, hijo de Marco Fidel, quienes defienden la vida, familia, el patriotismo, la libertad y los “valores eternos del cristianismo”.

Hallamos que las ideas que defiende esta cuenta como la vida y la libertad, asociada con valores cristianos se pueden encontrar en diferentes países en donde también circularon estas narrativas. Por ejemplo, en Estados Unidos los autores Sorell y Butler (2022) identificaron una tendencia entre los evangélicos de asociar enfermedades emergentes, especialmente enfermedades construidas como provenientes del extranjero, con un fin del mundo pronosticado bíblicamente. Según los autores, la oposición a las vacunas y la vacilación a la hora de utilizarlas son consecuencia de una ruptura de la confianza entre muchos ciudadanos y las autoridades políticas tradicionales.

Análisis de los tipos de engaño utilizados en publicaciones de redes sociales

Por medio del análisis de contenido de las publicaciones de Familias por la Verdad en Twitter, identificamos los tipos de engaño que utilizan para alimentar el desorden informativo. Aunque las publicaciones de Familias por la Verdad no necesariamente se divulgan o fabrican con la intención de causar daño, sí contribuyen a generan conspiración y rumores en esta red social. Entonces desde el nivel de daño más bajo de daño al más alto encontramos:

Conexión falsa:

En el siguiente tweet se comparte una noticia de El Tiempo que relaciona directamente el uso de la vacuna moderna con daños a niños y jóvenes en el titular.

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Cuando se profundiza en su lectura encontramos esta información: “en un estudio nórdico en el que participaron Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca descubrió que los hombres menores de 30 años que recibieron Moderna Spikevax tenían un riesgo ligeramente mayor que los demás de desarrollar miocarditis”. Aunque se menciona la palabra ligeramente, el tweet tiene la intención de reafirmar que la vacuna moderna causa efectos secundarios graves para este grupo poblacional.

Nos encontramos con un titular sacado de contexto y el principio del desorden informativo relacionado con una marca y efecto muy específico. La Silla Vacía hizo el chequeo de esta información y confirma que “Si bien sí se han presentado casos de miocarditis y pericarditis, siguen siendo pocos en comparación con el porcentaje de personas vacunadas”.

Contenido engañoso:

Este se caracteriza por tener matices de contexto verdadero y omitir información. De ahí, que sea dificil determinar si es falso o verdadero a simple vista. En el siguiente tweet publicado por Familias por la Verdad encontramos a una mujer contando la grave enfermedad que desarrolló supuestamente después de aplicarse la vacuna contra el COVID 19. Sin embargo, no sabemos si las causas tuvieron que ver con factores genéticos o previos a la vacuna. Pero en el tweet se relaciona directamente y se le llama homicidio vacunal.

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Contexto falso:

Encontramos una gran cantidad de contenido con contexto falso. Este tipo de engaño se caracteriza por ser información verdadera compartida con un propósito muy diferente. En el ejemplo a continuación encontramos que la información es totalmente cierta: muere el embajador de Arabia Saudita, Muhammad Al-Qahtani, pero nada tiene que ver con las vacunas. La muerte se relacionó al parecer con un infarto. Y los hechos se descontextualizan para relacionar este suceso con las vacunas (ver emoji).

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Contenido fabricado:

Este contenido es totalmente falso y se apoya en imágenes, titulares o información queson manipuladas. En esta imagen no encontramos sustento alguno de lo que se demuestra sobre las vacunas, pero sí utiliza elementos para reafirmar la desconfianza sobre ellas. Es importante resaltar que este tipo de contenidos son fácilmente divulgables por redes sociales, lo que contribuye con que el rumor se establezca y aumente el desorden informativo.

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Conclusión:

El uso de redes sociales digitales para circular y amplificar contenidos problemáticos y engañosos ha permitido que cuentas como la de Familias por la Verdad, puedan posicionarse y difundir publicaciones que alimentan el desorden informativo.

Las publicaciones de Twitter (o X) que analizamos en esta entrada pueden clasificarse entre la misinformación y la desinformación. Encontramos que no se divulga necesariamente con la intención de hacer daño o perjudicar a las personas, pues genuinamente los administradores de esta cuenta creen que las vacunas tienen una cantidad de efectos adversos que perjudica a quienes se la pongan. Entonces las noticias y contenidos que se divulgan buscan disminuir la vacunación para evitar esos efectos. Además, respaldan a las personas con contenidos y acciones para protegerse de la obligación que el gobierno impone en la medida de vacunación.


Sin embargo, como vimos, la información se descontextualiza, no es verificable o se fabrica, lo cual causa ruido en la red social y un clima de incertidumbre y confusión. Cualquier contenido relacionado con las vacunas contra el COVID 19 puede perjudicar a las personas, parece alarmante y es el insumo para incentivar teorías de conspiración y rumores que a la larga se vuelven argumentos para desconfiar de las instituciones que promueven el proceso de vacunación.

El desafío del desorden informativo

Seguramente alguna vez has escuchado sobre las noticias falsas. ¿Has recibido alguna? Estas son solo una muestra del desorden informativo que nos podemos encontrar en redes sociales y páginas web. Aunque no es la primera vez en la historia en la que nos enfrentamos con rumores, bulos o chismes, las herramientas tecnológicas han contribuido a que fotos, videos o informaciones puedan manipularse y divulgarse rápidamente a escala masiva.

Queremos ahondar en lo que significa e implica el desorden informativo. Y para ello es importante que cuando encontramos contenido falso, manipulado o engañoso pensemos en la intención que tiene. Nos hemos guiado de los tipos de desorden informativo que propone el proyecto First Draft News, el cual fue fundado en 2015 por nueve organizaciones reunidas por Google News Lab para luchar contra la desinformación en línea.

En los ecosistemas mediáticos de los que hacemos parte encontramos los diferentes tipos de desorden informativo, que son:

  • La misinformación o información errónea: es contenido falso, pero pero la persona que la difunde cree que es cierta o no tiene la intención de causar un perjuicio. La podemos encontrar en pies de fotos, fechas, estadísticas, imágenes, traducciones y sátiras que se consideran ciertas.
  • La desinformación: la creación y difusión deliberada de información que se sabe que es falsa. Este contenido se fabrica o manipula con el propósito de crear teorías de la conspiración y rumores. También se crea con intenciones políticas, económicas, de hacer daño a un partido, un estado o una empresa.
  • La información maliciosa o malinformación: información que es verdadera, pero que se difunde para causar daño. Por ejemplo la publicación de información personal y privada que aunque verídica es utilizada para causar un perjuicio.

En el siguiente diagrama podemos ver cómo se entrelazan cada uno de los tipos de desorden informativo según su falsedad e intención de perjudicar. En el extremo de la falsedad está la misinformación, que es falsa, pero sin intención de perjudicar. En el medio está la desinformación que cumple con los criterios de ser falsa o engañosa, pero también de perjudicar. La malinformación se encuentra en el otro extremo con intenciones de manipular.

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Para explicar mejor daremos unos ejemplos relacionados con uno de los momentos en los que recibimos una gran cantidad de información que en el inicio fue difícil de verificar: la pandemia por el COVID-19.

Misinformación o información errónea

¿Cuál era el efecto de las vacunas? ¿De qué variantes nos protegían y de cuáles no? Gustavo Petro, quien ahora es presidente de Colombia publicó en su Twitter que las vacunas que llegaron a Colombia no protegían de la variante Delta. Sustentó su afirmación en declaraciones de Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. Fauci decía que la variante podía ser transmitida por vacunados y no vacunados, lo cual no es exactamente lo que Petro interpretó: que no protegían.

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Después de recibir críticas se retractó de sus afirmaciones afirmando que las vacunas “Sirven para detener la muerte y la hospitalización. Hay que vacunarse ya”. Este es un ejemplo de cómo un contenido puede contener errores involuntarios y divulgarse para alimentar el desorden informativo en forma de misinformación.

Desinformación

Sobre el efecto de las vacunas encontramos también mucha desinformación. Un ejemplo de contenido manipulado para divulgar rumores fue una imagen que afirmaba que las vacunas cambiaban el color de la sangre al contener grafeno. Mostraba dos bolsas de sangre, una de color más clara y otra de color más oscura que se le atribuía al Banco Sangre Cruz Roja”. Sobre cada bolsa están escritas unas palabras, en la de rojo más claro: “de No vacunados, sin grafeno, donable” y la de color más oscuro la marcaron como “de vacunados, con grafeno, rechazada para donar”.

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Esta imagen que circuló en muchas redes sociales y aplicaciones de mensajería fue desmentida por verificadores, pero seguramente previno a muchas personas de no vacunarse o temer que las vacunas dañaran su cuerpo.

También hubo casos de personas que advertían sobre muertes o el fin de su vida por alertar al mundo sobre los peligros de la vacunación. Un caso que podríamos clasificar como información maliciosa o malinformación es el de Andreas Noack, un alemán, que según se decía en redes sociales fue asesinado después de alertar que las vacunas contra el COVID llevan grafeno. La imagen que circulaba en publicaciones decía “No era óxido de grafeno sino hidróxido de grafeno. Son como pequeñas cuchillas muy afiladas que cortan a las personas desde dentro. Es la conclusión a la que llegó el Dr. en química Andreas Noack, y darlo a conocer le ha costado la vida”.

Efectivamente Noack era un químico alemán, pero se hizo famoso por compartir en YouTube y Telegram vídeos negacionistas sobre la pandemia y las vacunas. Además, la causa de su muerte se atribuyó a una emergencia médica en camino a un hospital. Podemos ver que esta información privada se sacó de contexto para generar desconfianza sobre las vacunas y así evitar que la gente se las aplicara.

Con los ejemplos anteriores podemos observar como el desorden informativo se genera con intenciones que parten desde la falsedad, ya sea involuntaria, hasta la intención de perjudicar para manipular.

Las categorías del desorden informativo

Para ahondar un poco más, en los tipos de desorden informativo explicaremos siete categorías de misinformación y desinformación. Esta tipología es útil para evitar  llamar a toda la información problemática “noticias falsas”. Como veremos hay un espectro de intencionalidad, de bajo a alto daño, donde se ubican las diferentes categorías.

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  • La sátira o parodia puede ser detectada por las primeras personas que interactúan con ella, pero cuando comienza a compartirse, se olvida su conexión y origen y puede pasar por información creíble. La sátira busca ridiculizar, avergonzar o humillar a una persona por medio de la risa. Pero es importante que el público la reconozca, pues puede ser entendida superficialmente.
  • La conexión falsa se atribuye a las prácticas que sacan de tono o contexto los titulares o imágenes. Sabemos que no todo el mundo entra a leer las noticias o artículos y así se comienza a generar desorden de la información.
  • El contenido engañoso tiene el problema de que no se trata de información falsa o verdadera, sino que está llena de matices por el contexto u omisión de información. Cada vez se vuelve menos inofensivo por la cantidad de información que se produce y la imposibilidad de desmentirla.
  • El contexto falso es información verdadera, no manipulada, con una intención determinada pero que se comparte con una totalmente diferente. Podemos encontrarla en declaraciones o videos antiguos que se traen para explicar o exponer algo de la actualidad.
  • El contenido impostor se caracteriza por engañar con determinados referentes que tenemos alojados ya en nuestro cerebro. Es contenido falso o engañoso que usa logos conocidos, noticias o periodistas con reconocimiento.
  • El contenido manipulado altera la información de algo verídico. Con las inteligencias artificiales y herramientas digitales es cada vez más fácil de elaborar.
  • El contenido fabricado es por completo falso. Utiliza imágenes, titulares o descripciones para fabricar rumores.

¿Por qué existe el desorden informativo?

El desorden informativo es un problema complejo que afecta a las sociedades contemporáneas, cuyos efectos, causas y dinámicas están siendo investigado desde múltiples disciplinas. Guallar y otros investigadores han estudiado los medios de comunicación, redes sociales y servicios de mensajería para observar en qué temáticas esta más extendida la falta de rigurosidad informativa. Las temáticas de desinformación halladas fueron política, ciencia y salud, impactos económicos y medio ambiente en formatos de narraciones, memes, sitios web e identidades inventadas, imágenes y videos alterados o descontextualizados.

De acuerdo con con Altay, Beriche y Acerbi las personas leen y comparten en redes sociales desinformación para socializar, para expresar escepticismo, indignación o enojo, para señalar la pertenencia a un grupo, o simplemente para divertirse. Siguiendo a Wagner y Boczkowski, estos investigadores afirman que este comportamiento “muestra formas de negociación y resignificación de contenido falso”. Según estos investigadores las creencias erróneas son una racionalización de actitudes preexistentes como la desconfianza hacia las instituciones.

El desorden informativo  puede estar ligado a problemas socioeconómicos y psicológicos más profundos. Su estudio y seguimiento no solamente es responsabilidad de las instituciones o medios de comunicación. Los públicos y audiencias también debe ser críticos de la información que consumen y difunden. Vivimos en un constante desorden informativo y reconocer su existencia puede ayudarnos a no sucumbir en él. Un primer paso es entender las diferentes tipologías de información problemática que hacen parte del desorden informativo.

Referencias

  • Altay, S., Berriche, M., & Acerbi, A. (2023). Misinformation on misinformation: Conceptual and methodological challenges. Social Media+ Society, 9(1), 20563051221150412.
  • Guallar, J,. Codina, L., Freixa, P. & Pérez-Montoro, M. (2020). Desinformación, bulos, curación y verificación. Revisión de estudios en Iberoamérica 2017- 2020. TELOS: Revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Sociales, 22(3). 595-613.