Estudio de National Democratic Institute (NDI) presenta un análisis comparativo de Colombia, Kenia e Indonesia sobre cómo experimentan violencia las mujeres que participan de las discusiones políticas en línea.
- Colombia es el país donde las mujeres sufren mayor violencia registrada en línea, con un porcentaje del 50.25%.
- El insulto fue la forma de violencia identificada con mayor frecuencia en el análisis de datos de los 3 países, con más del 70% para cada caso.
- Las colombianas y kenianas tienden más a cohibirse y dejar de interactuar redes sociales tras sufrir algún tipo de agresión en estas plataformas.
¿Qué tan vulnerables son las mujeres al participar en política? ¿Por qué deberíamos crear conciencia sobre los abusos que sufren a diario en las distintas plataformas en línea? ¿En qué formas se manifiesta este tipo de violencia? ¿Cómo están respondiendo las víctimas? Sin dudan son algunas de las preguntas que guiaron el estudio llamado “Tweets That Chill: Analyzing Online Violence Against Women In Politics” realizado por la NDI y publicado a mediados de este año. Decidimos retomar sus resultados, ya que, debido al mal uso de las plataformas, este tipo de informes se vuelven esenciales para mitigar los impactos en el libre desarrollo de la personalidad y la posibilidad de las mujeres de expresar su visión en el terreno político. Además, aunque este tipo de violencia no se compara con la física, si están conectadas, y la primera puede incentivar la segunda.
El estudio seleccionó a Colombia, Kenia e Indonesia para desarrollar el análisis, y se utilizó una metodología mixta basada en 3 formas de obtención de datos: encuestas para recolectar información acerca del impacto de la violencia en las mujeres jóvenes, universitarias, y sus formas de reaccionar a ella; talleres para comprender a profundidad las palabras usadas en cada país para ofender; y un análisis de Twitter, revisando periodos de seis meses previos a un evento político importante en cada país. El estudio se enfocó en las cuentas de hombres y mujeres universitarios, y esto fue complementado con el análisis cualitativo de las discusiones de los talleres mencionados con anterioridad.
La tercera parte del informe se basó en el análisis de mensajes en la plataforma de Twitter, específicamente en momentos donde actividades políticas estaban cerca, como las elecciones, ya que en estos eventos es donde más censura existe y donde más se busca limitar la libre expresión. Este constó de tres pasos, el primero era identificar los mensajes potencialmente violentos en contra de mujeres, el segundo se basaba en clasificar estos mensajes para determinar qué tipo de violencia en línea era, de quien provenía y verificar si la cuenta era de una mujer o un hombre. Cuando eran identificadas (por los voluntarios), se guardaba la actividad de cada cuenta y se usaban como muestras en estos análisis. La clasificación debía ser realizada por una persona, puesto que los algoritmos no tienen la capacidad de analizar de manera profunda estos mensajes, y menos de clasificar la magnitud de la violencia que implican. Adicionalmente, se realizó una comparación entre los países para determinar en cual se experimentaba mayor violencia en línea. Con esto se concluyó que Colombia era el país donde las mujeres sufrían mayor violencia registrada en línea, con un porcentaje del 50.25%, por otro lado, Indonesia fue el país con menos violencia registrada en línea ya que obtuvo un porcentaje de 17.6% y Kenia un porcentaje de 22.7%.
Ahora bien, los mensajes con contenido violento buscan asustar a las mujeres activas políticamente y a las que aspiran serlo. El contenido más usado en los tres países fueron los insultos a pesar de ser el más complejo de identificar. Adicionalmente, los talleres realizados en Indonesia mostraron que los mensajes afectaron de manera directa la moral de las mujeres en su comunidad, también se determinó que la violencia menos usada fue las amenazas físicas. Del mismo modo, este informe buscaba determinar si como consecuencia de la violencia en línea las mujeres decidían terminar su interacción con la política (evitando publicar cierto tipo de contenido, publicando menos contenido o abandonando completamente este espacio), un factor relevante para analizar el impacto fue la reacción que las mujeres tenían cada vez que recibían un mensaje con este tipo de contenido.
También se desarrolló un análisis acerca de el tipo de violencia registrado en los datos, con lo que se determinó que los insultos eran más frecuentes que en Indonesia y Colombia, sin embargo, las amenazas a la reputación eran más comunes en Kenia.
Tipos de violencia | Indonesia | Kenia | Colombia |
Insultos | 72% | 71% | 96% |
Amenazas físicas | 0.3% | 2.5% | 2.5% |
Amenazas a la reputación | 48% | 66% | 11% |
Sexuales | 11% | 40% | 4.9% |
País | Promedio normal de disminución de tuits por segundo |
Promedio de disminución de tuits por segundo luego de un tuit violento |
Indonesia | -0.33 | -0.09 |
Kenia | -0.07 | -0.22 |
Colombia | -0.09 | -0.18 |
Comparando el análisis de Twitter versus las respuestas de las encuestas el NDI, se determinó que en Colombia y Kenia la violencia en línea disminuye el interés de las mujeres en participar activamente de estas temáticas en línea. Por otra parte, Indonesia mostró los índices más bajos de mujeres que pausaran o pararan por completo su actividad en línea debido a este tipo de agresiones.
En conclusión, este fue el primer informe que identificó el tipo de violencia experimentada en línea por parte de las mujeres políticamente activas en distintos países. De igual manera, este es el primer estudio en proporcionar evidencia de los riesgos que significa para el carácter participativo de la democracia, y cómo la violencia afecta la libre expresión de las mujeres en espacios en donde no debería existir ningún tipo de censura. Este tipo de informes son esenciales para concientizar a la población y con esto establecer soluciones que proporcionen seguridad a los grupos vulnerables, y que visibilicen diferentes actitudes que están normalizadas entre quienes participan de la discusión política en línea. Muchas de estas agresiones verbales, pueden convertirse en físicas y escalar a otros escenarios, sino se cuenta con herramientas que permitan identificarlas, censurarlas y mitigarlas.