Inteligencia artificial y ética de los algoritmos
La inteligencia artificial es una rama de la computación que consiste en el análisis y la programación de algoritmos que buscan automatizar diferentes procesos de decisión y acción de los seres humanos[1]. Entre los muchos desarrollos tecnológicos que pueden enmarcarse en este campo se incluyen la robótica, la analítica predictiva (machine learning) y múltiples aspectos de la ingeniería biomédica.
Conforme la aplicación de la inteligencia artificial aumenta en los espacios más íntimos de nuestra vida cotidiana, los Gobiernos, la academia, la comunidad técnica y la sociedad civil han entrado en coordinación para controlar este fenómeno. No solo la vida privada, sino también las infraestructuras críticas que permiten en nuestras sociedades la prestación de servicios como las telecomunicaciones, la salud y la educación cada día son más dependientes de los avances de la inteligencia artificial.
Desde la academia el aporte a la gobernanza de la inteligencia artificial es fundamental. A través de la investigación es posible extraer buenas prácticas que le permitan a todas y todos los miembros de la sociedad asumir de la mejor manera posible la invasión de la tecnología en nuestra vida íntima y en la esfera pública.
El estudio de los algoritmos, su diseño y sus efectos no puede limitarse a una perspectiva técnica desligada de la dimensión social, jurídica y política propia de todas las formas de avance tecnológico. Por este motivo, es necesario que la academia aborde un estudio comprehensivo de los algoritmos que tenga en cuenta estas dimensiones. A partir de este estudio, la sociedad se beneficiará de una serie de pautas que permitan a los Gobiernos, la sociedad civil y la comunidad técnica una aplicación ética de los algoritmos y de la inteligencia artificial.
[1] Definición propuesta por Álvaro Crovo a partir de la lectura del conjunto de ensayos Human Decisions Thoughts on AI publicada por Netexplo en 2018.